5 de noviembre de 2012

K.V. Switzer



el feminismo en persona 
Kathrine Switzer fue la primera mujer en correr una maratón, era 1967 y aún faltaban cinco años para que las mujeres pudieran participar en una prueba en la que hasta entonces sólo podían participar hombres. Switzer se inscribió en el Maratón de Boston del 67 con el nombre de K.V. Switzer y logró evitar pasar una prueba física anterior para que nadie descubriera su terrible secreto, en ese tiempo las mujeres aún luchaban por libertades que creemos básicas hoy en día.
Llegó el día de la competición y la osada mujer abandonó la línea de salida corriendo junto a otros corredores, todo iba bien hasta que uno de los jueces de la competición se percató de que el participante con el dorsal 261 era una mujer. ¡Eso no podía ser! El juez, se lanzó rápidamente en busca de la corredora, ¡ella no podía participar! pero, cuando le dio alcance, se topo con que otros corredores le impidieron parar a la corredora (ese momento es el que se ha captado en la imagen del post) que finalmente pudo cruzar la línea de meta escoltada por hombres que sí creían en la igualdad, que entendieron que hay prohibiciones absurdas que no debían existir.
Y desde entonces han pasado menos de 50 años. Resulta curioso pensar que esa igualdad que muchos y muchas dan por sentada tiene tan poco tiempo, que creamos que cada uno de nosotros nos merezcamos más y mejores cosas, más y mejores oportunidades, por que, al fin y al cabo, ¿no somos todos iguales? Parémonos a pensar en que hace medio siglo la igualdad no existía, tenías que ser blanco y hombre para que la gente te mirara con respeto y ahora que eso ya no es así nos seguimos olvidando de lo difícil que ha sido el camino y de las muchas cosas que nos quedan por hacer para que, de verdad, exista igualdad.
Kathrine Switzer, con su gesto, hizo mella en las estúpidas leyes que existían en las competiciones de maratón y, aunque nos pueda parecer una cosa nimia, nos enseña el camino que debemos seguir ahora que estamos en un punto donde la desigualdad es cada vez más patente; ahora que debemos protestar y hacernos ver aprendamos de personas como Kathrine que decidieron arriesgarse y desobedecer unas normas que hoy nos parecen incoherentes, pero por entonces eran de lo más normal. ¿Nos suena de algo?